martes, 29 de marzo de 2011

Encuéntrame sin nombre

Quizás la vida sin rencores
otorgó nuestro encuentro.

Imposible predecir
a tu esencia lúcida
superando lo que soñé,
todo y aún más.

Sin advertir temores
los infortunios has quebrado.

Confieso que guardo
para tu sonrisa un altar.
Labios que me guardan
complicidad y ternura,
fina línea que idea y fabrica
horizontes inauditos.

Tus ojos penetran mi alma,
temo que encuentres mis carencias,
mas me entiendes
quedando absueltas mis caídas.

Encuéntrame sin nombre,
que tu caricia me reconstruya,
y así no arrastrar al pasado.

Mar de agua dulce,
espejo astral,
defíneme a la luz de tu silueta.

Ahora bajo la orbe de plata
no pretendo dormir rodeado de amor,
lo que anhelo es despertar
enraizado a tus brazos.

Los miedos incitan,
bailan a mi alrededor
escudriñando cualquier flaqueza,
un asedio inmisericorde

Pero no te preocupes,

tu cariño es mi mejor coraza.

Así el corazón palpita,
retumba lleno de vida.
Así una ilusión camina y hace caminar,
buscando que un día amanezcas,
y sin siquiera sospecharlo
me descubras para ti.

lunes, 21 de marzo de 2011

Después del sexto día


El Universo recién fue puesto en orden.
Por prodigio de llovizna
emergía follaje generoso.
Los pájaros rompían cielos y nubes.
Fieras y grandes bestias
exploraban praderas, bosques, vida.
 
En el este por vez primera
sus ojos se abrieron.
Vástago de polvo y hálito divino,
Todo lo veía nuevo,
un mundo bajo su potestad.


Visualizó que aquello era bueno.
Los árboles fueron dadivosos
y los frutos suculentos.
Perfume sencillo un deleite de flores

El canto de los ríos incesante,
la brisa caricia de gozo,
Abrazo cálido de Sol
y complicidad lunar.

A pesar del nuevo mundo,
se sentía incompleto.

En la belleza de la Creación
no encontró su par.
Querían muchos ser su Otro:
el caballo, el perro, el halcón;
mas eran sus hermanos,
no su contraparte.

La Bondad Absoluta se apiadó de él.
y por el letargo fue vencido
en sus imágenes presagió el milagro
 de una dulce silueta.


De su costado floreció
la más linda creatura,
con quien llegó a formar
una sola carne.

Había sido bendecido
de encontrarse a sí mismo
en la alteridad.

La auténtica Eternidad
manaba de sus labios frutales,
no de un árbol soberbio.
Al compartir la inmortalidad
nacía el paraíso genuino.

No hubo ni tristeza ni miedo;

ni ciencia malévola,

ni desnudez vergonzosa.

Hasta que una lengua bífida
supo susurrarle al oído.

lunes, 14 de marzo de 2011

La Conquista inusitada

Ni el océano resultó tan amplio,
ni las olas tan altivas.
Las carabelas y galeones
sortearon los trabas con orgullo.

A partir de la costa
todo fue distinto.
La selvas no figuraban
a las leyendas o los apócrifos libros;
eran exuberantemente peor.

El tapiz inexorablemente verde,
diezmó a sus hombres sin pudor.
La imaginación de los  bestiarios
no concebía lo que hallarían
al cruzar las aguas:
aves de todos los colores,
bestias de inconcebibles formas,
y felinos con la piel
tatuada en laberintos.

El conquistador se halló solo.
Arrumbada entre hierbas
yacía su armadura olvidada.
Bajo la espada caían hojas y ramas,
creaba un lastimero camino entre el follaje,
Pero los árboles celosos no le compartían
ni una miseria de aire,
el calor abrasaba hasta su alma.

Cortés y Pizarro resultaron más sensatos.
El poder y la gloria eran sus deseos,
las mujeres, su delirio,
el oro, su dios.
Todo conseguible para ellos,
mas aún si usaban hierro, fuego
y la cruz como causa.

Contrariamente,
un maniaco luchaba por sobrevivir
a las encrucijadas de espinas,
lianas y enredaderas vedaban  su camino.

Pasaron días, semanas.
Quizás fueron meses.
Con el sable mellado
y los ropajes deshechos,
Su voluntad casi quebraba.

Cuando el sol no inflamaba la jungla
el cielo lloraba;
y aquel día lloró a  monzones.
Recordaba todo lo que estaba atrás,
todo lo abandonado,
sus ojos se ofuscaban y sucumbió al desmayo
con tal de seguir el rumor de Ponce de León:
La Fuente de la Juventud.

Distinguir entre la realidad y la ilusión
era imposible;
Sólo recupero la conciencia
yacía una joven hermosa de piel cobriza
mirándolo a través de ojos esmeralda.

Lo condujo a través de caminos secretos
y ciudades tan olvidadas como prohibidas.
Sí existía el Edén, esta situado ahí.
Le mostró un arroyo,
bebió hasta calmar su sed.
Una vez inmortal ya nada importa,
salvo la vida misma
y aquella joven con quien compartirla.

Él jamás pudo saber
si en verdad se recuperó del desvanecimiento
o si permanecía entre delirios.
Un hecho fue que nunca despertó
por toda la eternidad.

viernes, 11 de marzo de 2011

Ensueños y Desavríos

A través de caminos oníricos
mis anhelos me traicionan.


Sin importar los universos,
entre sueños,
tu presencia es constante
y tus versos recurrentes.

                                         En la primera ilusión de encuentro
                                         sentí tus brazos y disculpas;
                                         mismas que ahora entiendo
                                         no figurarán por lo acontecido
                                         sino a razón del porvenir.

                                            Derrumbo mis propias defensas,
                                            me decido a creerte
                                            aún con miedo,
                                            te confiero mi ser
                                            con todo y sus flaquezas.

La vida y los meses
resultaron paradójicos
las intenciones se tuercen
en el caleidoscopio del tiempo.

                                         En un próximo delirio te persigo,
                                         invoco a tu perdón me redima de mi falta.
                                         Irrealmente me exoneras,
                                         ideal me redescubres,
                                         como humano me miras.

                                        Al menos aquí tus palabras
                                        no redundaron las navajas de tu ser
                                        y tu alma limpia
                                        superó los alcances de tu orgullo.

Despierto
hallándote a cada suspiro
un tanto más distante.
Estérilmente perseguí
tu entendimiento.


Lo fáctico desgaja las ilusiones
depositadas en tu esencia.
Te visualizo real
superando el platonismo.


Cada día te pienso menos,
y te olvido con más fuerza.
Eso me fascina.