lunes, 21 de marzo de 2011

Después del sexto día


El Universo recién fue puesto en orden.
Por prodigio de llovizna
emergía follaje generoso.
Los pájaros rompían cielos y nubes.
Fieras y grandes bestias
exploraban praderas, bosques, vida.
 
En el este por vez primera
sus ojos se abrieron.
Vástago de polvo y hálito divino,
Todo lo veía nuevo,
un mundo bajo su potestad.


Visualizó que aquello era bueno.
Los árboles fueron dadivosos
y los frutos suculentos.
Perfume sencillo un deleite de flores

El canto de los ríos incesante,
la brisa caricia de gozo,
Abrazo cálido de Sol
y complicidad lunar.

A pesar del nuevo mundo,
se sentía incompleto.

En la belleza de la Creación
no encontró su par.
Querían muchos ser su Otro:
el caballo, el perro, el halcón;
mas eran sus hermanos,
no su contraparte.

La Bondad Absoluta se apiadó de él.
y por el letargo fue vencido
en sus imágenes presagió el milagro
 de una dulce silueta.


De su costado floreció
la más linda creatura,
con quien llegó a formar
una sola carne.

Había sido bendecido
de encontrarse a sí mismo
en la alteridad.

La auténtica Eternidad
manaba de sus labios frutales,
no de un árbol soberbio.
Al compartir la inmortalidad
nacía el paraíso genuino.

No hubo ni tristeza ni miedo;

ni ciencia malévola,

ni desnudez vergonzosa.

Hasta que una lengua bífida
supo susurrarle al oído.

1 comentario:

  1. http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=429

    Para que no digan que soy machista por mi escrito.

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